martes, abril 26, 2005

“...José Luis Rodríguez Zapatero, pidió al PP que "mire a la cara" a los millones de homosexuales que hay en España y les explique por qué quiere que sigan siendo "españoles de segunda", en alusión al rechazo 'popular' a la regulación del matrimonio homosexual.”
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Si bien con Aznar tuvimos un presidente individualista y radical inflexible, empeñado en regalarnos a Bush de forma indigna y persistente, con Zapatero tenemos lo que claramente se puede definir como un discapacitado total para el empleo asignado.

Ambos igualmente acomplejados, hacen fuertes sus escasas y pobres ideas desde una prepotencia tomada del cargo y que evidencia más aun sus carencias las cuales distraen pavoneándose lo que no hacen: Todos luchan por los derechos y libertades.

Ambos igual de perniciosos para los intereses de los españoles y de España, se diferencian en que uno pasaba de la mayoría de españoles porque carecía de interés por la “plebe”, y el otro porque cumple fielmente ''su programa'' alzando la vista exclusivamente sobre lo que le rodea e ignorando al y el resto. Cuando digo “ignorando” me refiero a la ausencia de conciencia que le permita discernir de forma serena y reflexiva distinguiendo el bien del mal. Lo bueno de lo malo. Lo que conviene de lo que no. Reconocer la cadena de efectos que provoca la montaña de injerencias en la vida privada, personal e íntima de la gente, envueltas en formato de ley, tan injustas como innecesarias e interesadas, en el afán de controlar y defenestrar la limpia y manifiesta superioridad ética, moral y cívica de la ciudadanía, con el objetivo de mitigar el gran contraste que resalta y retrata, con gran nitidez, a los colectivos de vividores sucios e indignos que se ocultan entre las miserias que se amontonan y llenan nuestras instituciones.

Es fácil errar en los intrincados laberintos de la política. De ahí que los políticos de verdad jamás volcarían montañas de leyes, sobre el parlamento, fabricadas en serie y a destajo, y negociadas para su aprobación mediante la muy probable concesión de contrapartidas que solo ellos conocen pero que todos sufriremos. Los políticos de verdad darían a los legisladores su tiempo, medios y libertad para cotejar cada párrafo y artículo con el resto del entramado legal, garantizando su constitucionalidad y servicio exclusivo a la justicia, desde el mas escrupuloso respeto a los derechos democráticos de todos.

De no hacerlo así, una vez que su ineptitud queda evidente, nunca estaría de más un poco de humildad revuelta con las correspondientes actuaciones correctivas o ‘’rectificativas’’.

Pero no. En lugar de legislar para la justicia, legislan para la política. Votos a cambio de leyes que garanticen intereses puntuales. Leyes que minen la moral e inhiban, hasta anular, el libre albedrío y el libre pensamiento de amplios sectores que conforman la gran mayoría, para progresivamente irlos despojando ‘’democrática y legalmente’’ de todos sus derechos legales y naturales. Todo se hará insistiendo machaconamente que es ‘’por nuestro bien’’. ‘’Por salvarnos’’. Así justifican sus políticas miserables de intervención en aspectos personales e íntimos de la vida familiar y personal. Así justifican su condición de ‘’imprescindibles supermanes’’. Así se pretende nuestra inmovilidad y silencio. Desde la impunidad reclinada en la inmunidad y con la eterna complicidad de sus socios de la oposición. Todos juntos conforman media ciudadanía pancista-elitista convencidos de que su democracia de su propiedad pasa por arrogarse el derecho a irrogar a la otra media, mientras nos enfrentan y distraen con el tocomocho de la democracia, las izquierdas y las derechas.

Le recuerdo a Zapatero que los afiliados del PP son alrededor de 700.000 de entre mas de 42.000.000 de ciudadanos censados en España, de los que la mayoría nos oponemos a su ley, no a los derechos que dice defender. Que no se escude en el pequeño colectivo ppero para justificar sus ‘’razones’’. Que los del PP también pagan impuestos, son españoles y tienen derechos. Que su propia mayoría en esto se reduce al colectivo gay, al feminista y poco más. Que no se haga líos y respete a una gran mayoría ciudadana que pasamos de los suplantas, se auto denominen izquierda, derecha o como sea, y de sus intereses ajenos o contrarios al país y al pueblo. Que tenga en cuenta que no ganó las elecciones, y menos por esa cutrez de programa, sino que las perdió el PP, por la necesidad de castigar las políticas de Aznar.

No sé si el PP considera apropiado o no regular los derechos civiles de los homosexuales, pero ni de ellos ni de nadie he oído o leído nada en contra de esa regularización. Ni de que sean ciudadanos de segunda o quinta. Sí hay todo un clamor, al que me sumo, en protesta por la premeditada usurpación ilegítima del derecho de los heterosexuales. Que no incite a creer que la igualdad es cosa de pinturas. Igualdad de derechos significa que todos tenemos derecho a nuestros derechos. Ni el estado ni el gobierno son dueños de ninguno de esos derechos, por tanto ni los puede dar ni quitar, solo regular. Regular el derecho de los homosexuales no significa derogar, de forma encubierta, derechos consolidados, ni usurpar, imponer, suprimir o perturbar el de los heterosexuales. Sobre todo cuando nunca negaron u obstaculizaron sus derechos a nadie creando asociaciones para presionar y extorsionar a cambio de votos u otras prebendas.

Soy heterosexual. Soy, y es mi deseo seguir siendo, diferente a los gays, e independientemente del reconocimiento total de sus derechos, exijo mi derecho a que se mantengan reguladas esas diferencias como estaban, incluida como nuestra en exclusiva, la denominación de matrimonio, en el código civil. Es un derecho innegable por estar basado en diferencias evidentes perfectamente constatable. Solo el empecinamiento vulgar del romo puede legislar contra natura sobre este u otro aspecto

Nuevamente Zapatero pretende confundir afirmando que lucha por la igualdad, cuando ha impuesto la discriminación por ley justificándolo con la vejatoria y humillante criminalización, nuevamente del colectivo heterosexual, masculino, colgándonos el cartel de machismo criminal. Supongo que le es más rentable repartir la criminalidad entre todos que erradicarla.

Ahora nos vuelve a amenazar con mas experimentos de ‘’igualdad’’ cubriendo los puestos de la administración y de la empresa, con cupos por géneros, en lugar de calificando a personal debidamente cualificado. Confundiendo tocino con velocidad. Zapatero cree que la igualdad es cosa de pares o nones, en lugar de crear condiciones con medios y sistemas que permitan la posibilidad de competir por esos cargos, o cualquier otra meta, en igualdad de condiciones. Reducir la aptitud media del funcionariado, de cualquier sexo, para presumir de una igualdad aparente. Tan simple como reducir el problema de la igualdad a una pequeña operación aritmética.

Se rumorea una ley para regular las tareas domésticas. Viendo como pajea el personal me lo creo. Puestos a fastidiar y sacar bocado, cuanto más mejor. Después de todo sus cotas de ridículo, revuelto con mala leche ya no pueden descender más. Ni creo que quede la cosa ahí. En vista de la generosidad del filón...

Zapatero, si de verdad quiere hacer algo que nos sirva, debería empezar limpiando el estado de la corrupción que tanto nos cuesta, de los criminales y asesinos con los que se excusa para criminalizarnos a todos, acabar con la esclavitud y los negreros, intervenir los precios de artículos de primera necesidad, vivienda especialmente, y crear condiciones que permitan la vida ciudadana desde la estabilidad, seguridad y dignidad, además de legislar duras penas a las administraciones que nos escamotean los servicios que pagamos a cambio de NADA, y para los funcionarios corruptos. Debería derogar toda las leyes infumables que ha colgado. Y que siente las bases para retomar la continuación de la instauración democrática donde se la atajaron al Sr. Suárez.

Si no puede o no sabe o no quiere trabajar para todos, QUE SE VAYA.